Joaquín Guzmán Loera fue sentenciado a cadena perpetua el 17 de julio por 10 cargos, entre ellos crimen organizado y narcotráfico. Su hijo fue detenido por fuerzas federales en Culiacán, pero tras un operativo de rescate fue liberado.
La legisladora del Partido Verde, Teresa Ramos Arreola, planteó que se reforme el artículo 148 BIS del Código Penal para que las penas aumenten de 70 hasta 140 años.
El hombre desarrolló una intoxicación séptica que le causó problemas renales y le ocasionó una muerte momentánea, hasta que los médicos lo revivieron con una inyección intravenosa de epinefrina.