"Si la ley me permitiera que lo castraran, yo lo habría ordenado", dijo la jueza al sentenciar a un acusado de pornografía infantil, quien aprovechó que hacía trabajos de electricidad para esconder las cámaras en recámaras, baños y clósets.
Joaquín Guzmán Loera fue acusado de conspirar para introducir toneladas de droga a los Estados Unidos, utilizar armas con violencia y de lavado de dinero.
Mónica Ramírez Cano, psicóloga criminalista, quien creó el perfil psicológico del narcotraficante mexicano mencionó que Estados Unidos tomó el caso de Guzmán Loera para mandar una advertencia a los delincuentes.