Aunque hay sentenciadas contra miembros del crimen organizado, la mayoría de los mexicanos procesados son delincuentes comunes como polleros o incluso migrantes.
Los nuevos vehículos de la delincuencia organizada cuenta por ejemplo con protecciones contra drones y minas, materiales que se compran en Estados Unidos.
Veracruz es uno de los principales estados de producción de limón y el crimen organizado ha encontrado en el mercado su mayor fuente de ingresos con cobros de piso.