Científicos descubrieron una grieta de cientos de kilómetros a lo largo de un tramo árido de la región Afar de África Oriental en 2015, que se extiende a través de Etiopía y Kenia.
"Estuve desde los nueve años en la calle y sé perfectamente las necesidades especificas de una personas en estas condiciones, a las que se tiene que enfrentar día a día", explica Kenia, presidenta de la asociación.
Diversas organizaciones internacionales de derechos humanos como Human Rights Watch han denunciado la brutalidad de las autoridades de aquel país, misma que incluye hostigamiento, asaltos, ataques sexuales y por supuesto homicidios violentos.