Sobre el camellón central de la avenida San Ángel se pueden observar al menos cuatro aspersores encendidos, y a decir de la señora Patricia Pérez están prendidos las 24 horas del día.
De acuerdo con vecinos y comerciantes, una cuadrilla de la paraestatal acudió a reparar una tubería dañada, pero momentos después surgió una fuga de agua cristalina.
La problemática se registra desde hace un día en el cruce de las calles Manuel María Lombardini y Julián Villarreal, en donde el vital líquido brota desde el pavimento.