Una fuente reveló que recibieron en el local una llamada y minutos después pasó por el sitio una camioneta negra con cuatro tripulantes quienes comenzaron a disparar a uno de los repartidores.
"Es una tradición cada mundial, cada cuatro años, nos organizamos y hacemos una pequeña comida, este año fueron tacos, la otra vez fueron tamales", dijo uno de los empleados.
Desde muy temprana hora, familias enteras arribaron a locales para solicitar su respectivo plato caliente de menudo, pero también el pozole y los tacos de barbacoa fueron de los más solicitados.