El mandatario reprochó la mala costumbre de Estados Unidos de inmiscuirse en asuntos que no les corresponden aun cuando la política bilateral del presidente Joe Biden es de tratarse con "un pie de igualdad".
El funcionario detalló que Estados Unidos conoce la postura de México frente a La Habana y por ello no es necesario aclarar que no existe un afán de molestar al gobierno de Joe Biden.