Luego de que la ONU publicó un informe en el que acusa a Nicaragua de violaciones de derechos humanos, el gobierno de Daniel Ortega expulsó a la misión del país.
El presidente de Nicaragua llamó "ciegos" e "instrumento de terror" al organismo que denunció una sistemática violación de derechos humanos en el contexto de las protestas opositoras con un saldo de más de 300 muertos.
El alto comisionado de Derechos Humanos dijo que el gobierno de Nicaragua ha permitido la tortura, asesinato y violación de los manifestantes contra el régimen.