Durante el incendio de la catedral francesa, las llamas fundieron cientos de toneladas de plomo, por lo que se mide de forma constante su concentración en la zona.
A dos años del fatídico incendio que se registró en la catedral de Notre Dame en París, se contempla que las obras de reconstrucción inicien formalmente en el invierno boreal de 2022.
Sorprendentemente, el órgano de 8 mil tubos sobrevivió el incendio de abril de 2019 que consumió el techo de la catedral y derribó su capitel. Pero las llamas cubrieron el instrumento de polvo de plomo tóxico que ahora debe removerse cuidadosamente.
Ese es el veredicto del presidente de Francia Emmanuel Macron, los arquitectos actuales de la catedral y el general a cargo del enorme proyecto de reconstrucción de uno de los monumentos más reconocidos a nivel mundial.