El penal de Apodaca I, a casi 30 kilómetros del Centro de Monterrey, vive una sobrepoblación con un ingrediente particular: 20 reos son de la comunidad LGBT+ y las autoridades habilitaron un área especial para su protección.
Según lo descrito por Espinosa de la O, Durango es un claro ejemplo de las figuras públicas que no quieren legislar en absolutamente nada que tenga que ver con este movimiento.
En una misa ofrecida a finales del mes de julio, el sacerdote dijo que la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) están “copiando a Sodoma”, que hacen “cosas del demonio”.
Pese a las agresiones, 'Majo' aseguró que ninguna amenaza la silenciará y buscará que las autoridades brinden garantías de seguridad a la comunidad a la que representa.