La costurera, platicó que los últimos dos años fueron muy complicados, pues era poca la venta de uniformes, pero tras el anuncio del estado los teléfonos de su local, en el centro de Monterrey no ha dejado de sonar.
Sus principales afectaciones son el robo de subestación como pastillas y cableado, además, impide el servicio de agua potable pues la bomba es eléctrica, lo cual dificulta el regreso a clases presenciales.
Van más de 100 escuelas de Tampico que han regresado y estiman que en marzo de este año, la totalidad esté en el modelo presencial, siempre y cuando ya no haya rebrotes.