El compartir la vida con una mascota puede ayudar al ser humano a disminuir el riesgo cardíaco al fortalecer el sistema inmune y reduciendo la sensación de soledad.
El amor que el hombre le tiene a su mascota lo hizo preferir ponerse él en riesgo, antes que a su fiel compañero, a quien además carga en la espalda para que no se canse.