De cumplirse el anuncio, se reducirían marcadamente las tensiones en la militarizada región himalaya dividida entre las dos potencias nucleares y reclamada en su totalidad por ambas.
"Esta es una situación trágica, es el primer caso en la historia reciente de Pakistán en el que un cristiano ha sido acusado de blasfemia por negarse a abrazar el islam", dijo su abogado, Saif Malook.