La costumbre dicta que las personas deben ser enterradas lo antes posible, pero la magnitud y la devastación de la matanza retrasó por cinco días la entrega de los cuerpos.
La costumbre islámica dicta que las personas deben ser enterradas lo antes posible, pero la magnitud y la devastación de la matanza retrasó por cinco días la entrega de los cuerpos.
Se teme que la catástrofe, que dejó hasta el momento al menos 844 muertos y 48 mil desplazados,sea mucho mayor ya que gran parte de la región afectada sigue siendo inaccesible.