Las autoridades lo relacionan con delitos como extorsión, homicidio, venta y distribución de droga, y cobro de piso, así como su presunta participación en la matanza de Plaza Garibaldi en 2018.
Gabriel, quien heredó el oficio de mariachi de su padre, a punto de terminar su jornada de 8 horas apenas juntó 200 pesos en comparación con los mil pesos que obtenía años atrás.