Las protestas formaban parte del movimiento nacional para impedir la reforma de las pensiones anunciada por el presidente, Emmanuel Macron, una reforma ambiciosa pero torpemente gestionada que ha provocado 40 días de huelgas.
Sin embargo, dijo que cualquier compromiso dependía de que primero se encontrara una forma de financiar el sistema de pensiones en un país en donde un número récord de personas superan los 90 años.
Esthela González Escareño, representante de los 700 integrantes del fondo de pensiones, señaló que rechazan los cambios que pretenden al sistema médico.
Las protestas contra los intentos del gobierno de reformar el sistema de pensiones seguían entorpeciendo la vida cotidiana, especialmente en el servicio de trenes de alta velocidad, pues aproximadamente la mitad de las rutas seguían canceladas.
El reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar les garantizará cobertura hospitalaria, farmacéutica, incapacidades, pensiones, fondo para el retiro y prestaciones como guarderías y velatorios.
La presión combinada de este movimiento en protesta por el costo de la vida y de los sindicatos contra la reforma de las pensiones significan un gran desafío para el presidente Emmanuel Macron.