En México se han suscitado graves temblores, sin embargo en Puebla por ser una zona altamente sísmica tres han sido recordados por su poder de destrucción.
El edificio ya se había dañado durante los sismos de 2017 y ahora con este nuevo sismo, la fachada presenta grietas y afectaciones, sin embargo, al interior del inmueble, aún permanecen familias completas.
"El llanto, es la salida de la energía que nos sobrepasa. Si no ocupamos la energía que se activó para ponernos a salvo, para huir o para pelear, que es una reacción biológica, esa energía tiene que salir".
Una comerciante de la Central de Abastos Iztapalapa en la Ciudad de México, aseguró que "después de los sismos de 2017, nadie acudió a revisar la nave", también se reporta 2 lesionados.
El rescatista pidió la ayuda de la sociedad, ya que el casco que le fue robado, lo utilizó en el rescate de personas tras los sismos que sacudieron a la Ciudad de México.