Una vecina de la zona alertó a las autoridades sobre una de las víctimas que corría por la vía pública y solicitaba auxilio, mientras dos hombres iban detrás de ella.
La explicación del dueño de la guardería, fue que la joven que maltrató a la niña no laboraba en el lugar, pues era parte del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
Hartos de callar lo que durante diez años sucedía frente a sus ojos, y del robo de mascotas en los al redores, dos vecinos decidieron denunciar a los inquilinos del inmueble.