La Fiscalía de Jalisco informó, que la fosa tiene dos metros de profundidad, al interior del pozo se observan bolsas con restos humanos y que aun se desconoce a cuantos cuerpos pertenecen.
Entre los espacios abandonados está una alberca inconclusa, que un día sirvió para practicar voleibol de playa, y una fosa de clavados, ahora abandonada, descuidada y un foco de infección debido al agua estancada.
El fiscal Hugo Alberto Martínez Saldaña, del equipo especializado en atención a personas desaparecidas, afirmó que la visita de los representantes estadounidenses fue por una solicitud.
Los anfiteatros están en el abandono y en medio de esa realidad los familiares de desaparecidos sufren al doble: primero cuando no saben dónde está su pariente y luego cuando los cuerpos terminan en la fosa común sin ser identificados.