La decisión se tomó a unos días de que la excongresista Aída Merlano, sobre quien pesaba una circular roja de Interpol y fue capturada a finales de enero en Venezuela.
El representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, dijo que Washington iría tras los clientes de petróleo venezolano, incluyendo los de Asia, así como intermediarios que ayudan a Caracas a ocultar el origen del crudo.
El grupo mayoritario insultó al otro bando llamándolos “comunistas” e instándolos a regresar a Caracas o Cuba, y defendió que Chile “es y será un país en libertad” que no quiere convertirse en “otra Venezuela”.
El abogado Bob Amsterdam se negó a comentar la naturaleza de su trabajo para el procurador general venezolano Reinaldo Muñoz, y se limitó a decir que se enfocaría en cuestiones de sanciones y derechos humanos.
Maduro afirmó, por otra parte, que busca probar ante la Corte Internacional de Justicia que Washington comete crímenes de lesa humanidad al aplicar sanciones contra Venezuela.
El líder opositor señaló que se convocará próximamente a más acciones en las calles para elevar las presiones internas contra Maduro y retomar el control del Palacio Legislativo.
A la salida de la terminal aérea, una veintena de seguidores de Maduro se abalanzaron sobre el vehículo en el que iba Guaidó y comenzaron a golpearlo con las manos y un cono plástico.
El gobierno de Nicolás Maduro aseguró que Juan Guaidó está detrás de las sanciones contra la aerolínea estatal Conviasa, impuestas por el gobierno de Estados Unidos