La película es una adaptación al cine de los libros de Alvin Schwartz; Guillermo Del Toro es responsable de la producción, mientras que la dirección corre a cargo de André Øvredal.
La película protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney, pudo tener un final diferente si Cuarón hubiera hecho caso a las sugerencias de los productores de la película.