El presidente de Rusia, de 65 años, se sumergió en un agujero abierto en el hielo como parte de una conmemoración de la iglesia ortodoxa; ésta es la primera vez que lo hace en público.
La información entregada por la CIA permitió a los organismos de seguridad rusos arrestar a los responsables antes de que pudieran ejecutar su plan, indicó el Kremlin.