Gracias a Ociel Baena, una universidad emitió el título de “maestre”, el INE imprimió una credencial no binaria y la bandera gay ondeó en un tribunal de Aguascalientes. Amado y seguido por miles, se enfrentó también a una legión de odiadores.
Autoridades del estado de Aguascalientes señalan que las investigaciones para determinar la muerte del magistrade continúan, por lo que no descartan otra posible razón de su fallecimiento.