Dio positivo a tres tipos de drogas, entre ellas metanfetaminas; su padre vivía en la indigencia y las condiciones de su vivienda eran extremadamente precarias.
Los hechos se registraron sobre la Calle Francisco Beltrán y Servicio Público, lugar donde los uniformados realizaban las investigaciones sobre este caso.
El total de los enervantes destruidos fue de una tonelada 862 kilos de mariguana, 17 kilos de metanfetaminas, así como 304 unidades de pastillas psicotrópicas.