Aprovechando su posición de poder como secretario de Seguridad, Genaro García Luna recibió sobornos cada vez más millonarios de parte del Cártel de Sinaloa y las autoridades de Estados Unidos revelaron más detalles de su modus operandi.
Rápido y Furioso es uno de los operativos más polémicos en contra del crimen organizado por sus fallidos resultados: cientos de armas entraron a México y cayeron en manos del Cártel de Sinaloa y otras organizaciones.
Genaro García Luna fue el secretario de Seguridad de México durante el gobierno de Felipe Calderón, posición desde la que conspiró a favor del Cártel de Sinaloa, aceptando sobornos millonarios para ayudarlo a operar y expandirse.