Se trata de un fenómeno en el que las mujeres se han convertido en víctimas colaterales no por su participación sino, porque son asesinadas a modo de venganza.
Amnistía Internacional "lamenta el aumento de los delitos de feminicidio y desaparición de mujeres y niñas, así como la poca eficiencia observada para mejorar el mecanismo de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres”.