El secretario estadunidense de Defensa, James Mattis, dijo que "la tragedia de la guerra es bien conocida y no necesita otra descripción más allá de que sería catastrófica".
Según lo anunciado por Corea del Norte, la trayectoria prevista de los misiles cruzaría algunas de las rutas de tráfico marítimo y aéreo más transitadas del mundo.
El mismo día que el presidente de EU prometió "fuego y furia", el secretario de Estado habló de "presión pacífica", mientras que el de Defensa pidió a Pyongyang abandonar su carrera nuclear.
El presidente de Estados Unidos llamó a Corea del Norte a guardar la compostura y dijo que cree que su advertencia sobre las represalias con "fuego y furia" no fue lo suficientemente fuerte.
El jefe del Pentágono, James Mattis, dijo que Corea del Norte debe abandonar su carrera armamentista y dejar de fomentar acciones que llevarían "al fin de su régimen y a la destrucción de su gente".
El presidente dijo que "es mejor que Corea del Norte no amenace más a Estados Unidos" porque se encontrará "con un fuego y una furia que el mundo jamás ha visto".
Como respuesta, prometió que Corea del Norte “hará pagar a Estados Unidos muy caro por todos los atroces crímenes que comete en contra de este Estado y del pueblo de este país”.