El organismo destacó que el mal manejo de las finanzas personales es factor de estrés en la población mexicana, que dedica gran parte de su tiempo en pensar cómo van a liquidar sus deudas.
El tema se intensificó en la pandemia cuando los criminales comenzaron a publicitarse en redes sociales como prestamistas e invitan a descargar aplicaciones de celular para robar sus datos.
El modus operandi es que se deposita el dinero solicitado a través de la cuenta bancaria, y de igual forma el pago del prestamos se debe realizar a través de SPEI o en tiendas de conveniencia.