El líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, falleció la semana pasada cuando detonó un chaleco con explosivos que portaba durante una redada de Estados Unidos en Siria
El presidente estadounidense dijo que su país iba a proteger los campos petrolíferos sirios y le dio la razón al Pentágono, que sostenía que una retirada total podría revivir a la organización Estado Islámico.
Abu Bakr al-Baghdadi "murió gimiendo y gritando” junto a sus tres hijos pequeños, al suicidarse con un chaleco explosivo tras verse acorralado por tropas estadunidenses, destacó el presidente.
Funcionarios estadounidenses dijeron que dos milicianos británicos, presuntos miembros de una célula del Estado Islámico fueron retirados de un campo de detención en Siria.
La repentina decisión de Washington de hacerse a un lado, trastocará cinco años de logros en la lucha contra el grupo extremista Estado Islámico, señalaron combatientes kurdos.