La catedral de Notre Dame realizó su primera misa, oficiada por el arzobispo de París, monseñor Michel Aupetit, a dos meses del incendio que destruyó su cubierta.
Quienes han pagado el salario de los hasta 150 trabajadores empleados por la catedral desde el incendio del 15 de abril han sido pequeños donantes, mayormente estadounidenses y franceses.
Las autoridades sanitarias francesas instaron a las mujeres embarazadas y a familias con menores de siete años, residentes en los alrededores de la catedral, someterse a un análisis de plomo en sangre.
El ministro de Cultura francés, Frank Riester, advirtió que es demasiado pronto para concluir que existe suficiente o demasiado dinero para restaurar la catedral.