Pese a forman parte de los sectores más vulnerables de la población, "no toman medidas especiales" y afirman que "de las personas que viven en el tiradero, no se han enterado de ningún caso de contagio, ni siquiera de resfriados".
La joven de 20 años desea que una vez que encuentre empleo en algún centro médico devolver el esfuerzo de sus padres y continuar sus estudios en la Facultad de Medicina.
Un día antes, hicieron la matanza de los marranos para preparar el guiso que disfrutaron los asistentes a la “pachanga” que duró 12 horas aproximadamente.