El Parlamento estatal eliminó la exención religiosa que permitía a los neoyorquinos no vacunarse aludiendo a motivos religiosos, en respuesta al actual brote de sarampión en el estado.
La ley entra en vigencia de inmediato, pero les dará a los alumnos no vacunados hasta 30 días después de que ingresen a la escuela para mostrar que han recibido la primera dosis.