El uso de un cuchillo para aplastar pinceladas en el rostro, y el uso de colores inusuales, sembraron dudas sobre la autenticidad de la obra, que fue adquirida por el Museo Nacional de Noruega.
Las dos naciones se sumaron al grupo de naciones como Holanda, Finlandia y Noruega, que ya había realizado anuncios similares tras manifestar su oposición a la campaña militar turca.
Delegados de Maduro y del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, negociaban desde mayo con la mediación de Noruega.