El ex policía judicial, José Reyes, uno de los testigos que consiguió la DEA en la investigación del asesinato de sus agentes en México, detalló cómo la corporación a la que pertenecía protegía cargamentos de mariguana.
El fundador del Cártel de Guadalajara había promovido anteriormente un juicio de garantías por aislamiento, así como tormentos físicos y psicológicos dentro del reclusorio.
El agente especial de la DEA fue torturado para revelar qué tanta información sobre negocios y propiedades tenía el gobierno estadounidense del Cártel de Guadalajara.