La Fiscalía General de la República enfrenta dificultades para entregar a Estados Unidos a Rafael Caro Quintero, involucrado en la muerte del agente de la DEA, Kiki Camarena.
Tras determinar que el FBI dio pruebas falsas, un juez ordenó la libertad supervisada de Raúl López Álvarez, quien pasó 36 años en prisión por inventar que asesinó al agente de la DEA.
Una corte determina que el juicio será a más tardar el 23 de septiembre próximo, tiempo en que los fiscales podrán incorporar pruebas moleculares de ADN, además de ubicar testigos en el extranjero.
Raúl López Álvarez dice que basó su relato de la tortura y asesinato tras leerlo una revista. Y ofrecía sus servicios como sicario bajo el concepto Camarena Style, hasta que por boquiflojo fue arrestado y condenado a 249 años de cárcel.
El expediente desclasificado revela que el equipo de peritos utilizó pruebas falsas y testimonios inventados; dos supuestos autores materiales están impugnando su sentencia.
El agente especial de la DEA fue torturado para revelar qué tanta información sobre negocios y propiedades tenía el gobierno estadounidense del Cártel de Guadalajara.
El documento había permanecido como secreto cuando el gobierno de ese país reveló que iniciaría una acusación formal en contra del narcotraficante por su participación en la tortura y asesinato de Kiki Camarena.