Es hora de poner el arbolito de Navidad, pero ¿natural o artificial?
Un árbol artificial tardará entre cien y mil años en desintegrarse, por ello, se recomienda usarlo al menos 20 Navidades.
Ser amigables con el medio ambiente no se trata de renunciar a las cosas que nos gustan o nos dan alegría, como la Navidad, sino de repensar nuestros hábitos a la hora de festejar y modificarlos si es necesario.
Fernando Lozano, ingeniero en Desarrollo Sustentable y fundador de Córdia, aseguró en entrevista para TELEDIARIO, que la sostenibilidad se basa es tres ejes fundamentales; la economía, la sociedad y el medio ambiente, pero ¿podemos tener un árbol de Navidad contemplando estos tres factores?
Árbol natural de Navidad
Fernando asegura que la opción del árbol natural puede ser sostenible bajo ciertos criterios que deben considerarse a la hora elegir esta opción, pues al no cumplir con estos, aún siendo natural dejaría de ser sostenible.
El primer punto importante a considerar es que estos árboles naturales cumplan con todos los permisos legales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa); es decir, que sean parte de un proyecto de cultivo y estén destinados a la venta.
“Cuando tú vas y llegas a ver los pinos naturales en una feria de pinos, siempre tienes que solicitarle al vendedor que te muestre el tag que emite Sagarpa en alianza con la Semarnat y la Profepa, y éste garantiza que estás comprando un pino que cumple con todas las leyes”, explicó.
Además, estos cultivos de árboles para Navidad tienen un impacto positivo, según Fernando, pues esto genera un servicio ecosistémico que contribuye con el medio ambiente desde la creación de hábitat para animales, generación de oxígeno, regulación de la temperatura ambiental, hasta la creación de nubes que luego se convertirán en lluvia, entre otras cosas.
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Además de cumplir con la parte legal y ecosistémica, también se fomenta la economía y el desarrollo social, pues quienes cultivan y venden los pinos son comunidades que dependen en gran parte de esta actividad económica, por lo que un pino natural mexicano puede ser una gran opción sostenible.
“Está bien enfocarte en la parte ambiental, pensando que talas árboles, pero hay que pensar también en todo lo social y en toda la parte económica, porque esa actividad económica también representa un porcentaje del PIB nacional, ya que estos pinos son cultivados y producidos en nuestro país”
Ante la demanda de pinos naturales en México, se acude a la importación de estos desde Estados Unidos y Canadá, pero ¿adquirir un pino que no es mexicanos es sostenible? Fernando explicó que esto depende, pues los pinos importados no contribuyen con la economía ni sociedad mexicana y al ser transportados desde una distancia mayor, la huella de carbono es superior, por otro lado al desecharlos son fáciles de reintegrar a la tierra a diferencia de una opción artificial.
“Después de que tú ya hayas utilizado ese árbol natural, no lo tires a la basura, sino más bien que forme parte del programa de tu estado de recolecta de pinos, pues estos programas tienen la finalidad de hacer composta y generar arcilla para nutrir los suelos; entonces ese es otro beneficio de los pinos naturales que es más fácil reintegrarlo nuevamente al suelo”, explicó.
¿Cómo hacer que mi árbol artificial de Navidad sea sostenible?
Cuando se adquiere la opción artificial es importante tener presente que este árbol tardará entre cien y mil años en desintegrarse, por ello, para que su impacto ambiental sea menor, Lozano recomienda usarlo al menos 20 Navidades, o bien donarlo después de 10 años, para que pueda ser reutilizado por alguna otra familia.
“Que no vaya directo a la basura, porque la mayor cantidad de los componentes de los pinos artificiales no son reciclables. Están principalmente compuestos de plástico PVC y ese tipo de plástico es fecha que no se ha encontrado tecnología para poder reciclar (…) se convertirá en muy pequeñas particulitas que pues van a terminar en cualquier lugar del planeta”, destacó.
Además, es importante considerar la procedencia de este árbol de Navidad, pues si además es un producto extranjero, al igual que con el árbol natural, se debe considerar la huella de carbono que produce su transportación, ya que la mayoría de estos productos de plástico provienen de China.
¡Ponte creativo!
Por último, Fernando Lozano propone realizar un árbol de Navidad con materiales reciclados, si buscas una opción completamente sostenible sin renunciar a esta época tan especial, pues recalcó que las pequeñas acciones siempre suman en el camino de ser más amigables con el medio ambiente.
ZP
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