Barrio de Santa Anita en Saltillo, un lugar que te transporta al pasado… ¿o no?
Además de su belleza y popularidad, el Barrio de Santa Anita alberga mucha historia y curiosidades.
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El Barrio de Santa Anita, así lucía desde los tlaxcaltecas hasta la actualidad. | Diseño: Antonio Texta
En lo más alto de la calle Manuel Acuña, justo en la esquina en la que muchos de los automovilistas despistados se pierden, lo único que les avisa que el final del camino se acerca son las tan famosas escalinatas del Barrio de Santa Anita, un lugar tan emblemático en Saltillo que aquél que no lo conoce, es porque “no lo sacan a pasear”.
El Barrio de Santa Anita hoy en día ha cobrado cierta relevancia en la capital coahuilense, pues de ser una locación mayormente visitada por los estudiantes que se corrían las clases, ahora es un verdadero spot de fotografía por las festivas decoraciones que los vecinos han dejado para los visitantes extranjeros y no tan extranjeros.
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Esta locación se convierte en ya toda una tradición, que todo aquel que viene a la ciudad por primera vez debe ir a las escalinatas como una visita obligada, y aunque claro, tiene mucha belleza a su alrededor, mayormente en el mes de noviembre, también alberga mucha historia y datos para conocer.
¿Cómo se le conocía al Barrio de Santa Anita en la antigüedad?
Viajemos hasta el pasado, ahí por el año de 1825, cuando lo que ahora conocemos como un corredizo de escaleras con casas pintorescas en las orillas, era solamente un cerro inclinado al que no muchos subían porque para tierra y falta de pavimentación ya se tenía todo el Centro Histórico.
Un ranchito, un ejido y hasta el monte, tanto se dijo del Barrio de Santa Anita antes de ser el Barrio de Santa Anita, y quizá pudo ser cierto, pues lejos de parecer un lugar para visitar en familia, los que pasaban salían huyendo.
Antes de que este lugar fuera más reconocido en la ciudad solía conocerse como el Cerro de la Cruz, no porque esa fuera su forma sino porque al igual que en el famoso Cerro del Pueblo, los viejos moradores se organizaron para colocar en lo más alto una cruz blanca.
“El Barrio de Santa Anita es pero no siempre lo fue”, así se describe en el pequeño folleto aparentemente publicado en el año 1998, ‘Memorias de Saltillo’ de Sergio A. Galindo, en el cual se explica que el nombre de este sector de la ciudad se debe a la devoción a la señora Santa Ana, madre de la virgen María.
Aunque por este motivo en lo más alto de la calle Ermita se encuentra una iglesia dedicada a Santa Anita, los viejos moradores explican que en el año 1825, cuando este espacio llevaba por nombre ‘calle de la Cruz y Calzada del Centenario’, unos misioneros colocaron una cruz que pronto comenzó a ser muy relevante en el barrio.
¿Cómo se veneraba a la Santa Cruz?
Luego de que la cruz fuera colocada en el cerro que ahora ocupa el Barrio de Santa Anita, los vecinos optaron por crear una tradición religiosa que consistía en guardar la cruz en una casa y únicamente sacarla durante las festividades para llevarla a la Parroquia de San Esteban para la celebración de una misa en su honor.
Debido a que el lugar donde solía venerarse a la Santa Cruz se encontraba muy descuidado, los vecinos optaron por levantar una ermita en el lugar, motivo por el que esta calle hoy en día recibe ese nombre, la cual antes era conocida como Callejón de la Cruz.
Fue tanta la relevancia que tuvo este espacio dentro de la comunidad que incluso se incluyeron más acciones por parte de los ciudadanos para conservarlo por muchos años, como lo fue don Vicente Pérez, el primer encargado del custodio de la Santa Cruz, quien solía adornar la pequeña ermita de adobe con flores de sotol y por techo ponía mantas y lonas para cuidarla más.
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Cuando don Vicente falleció, quien se encargó de continuar con las tradiciones y festividades del barrio fue Eulalio Degollado, quien en compañía de su vecino, Diego Jasso, se encargaron de colaborar en todo lo necesario para conservar las buenas costumbres en el lugar.
La ermita de la Santa Cruz se convierte en una capilla
La creencia católica de los moradores hacía que año con año la ermita fuera visitada para continuar con las tradiciones, pero esto no impidió que con el pasar del tiempo se fuera deteriorando al punto de quedar en el abandono, o al menos eso parecía.
Saltillo se caracteriza por ser una ciudad en donde la fe y la religión continúan de generación en generación, pero de vez en cuando hace falta un empujoncito ¿no?, esta tarea se la llevó el señor Vicente Flores, uno de los vecinos del barrio.
Debido a lo descuidada que se encontraba la zona, don Vicente se encargó de reacondicionar la ermita colocando un techo ahí por el año de 1923 y para 1940 ya se había nombrado a don Pedro Herrera como presidente de los creyentes, mismo que se llevó la tarea de volver a levantar el lugar y finalmente llamarlo como una capilla.
¿Cómo pasa de Santa Cruz a Santa Anita?
La tradición de venerar a la cruz el último domingo de julio de cada año parecía ser un momento bastante grato para las familias que vivían en las calles aledañas a la ermita, pero como en la mayoría de las cosas, el lugar también se sometió a algunos cambios, éstos solicitados por los mismos vecinos.
En la década de los 40 el cerro de la Cruz comenzó a tener algunas modificaciones, “esto sí, esto no, esto sí, esto no”, la comunidad creada por los vecinos del sector provocó que se reunieran y con la asesoría del cura Juan Dávila, los antiguos moradores del barrio realizaron una petición para que ahora la capilla fuera utilizada para venerar a la señora Santa Ana.
Pese a que muchos de los vecinos no estaban de acuerdo con estos cambios, Santa Ana se convirtió en la patrona del barrio, siendo lo que hoy conocemos como la capilla de Santa Anita.
Santa Anita, un barrio tlaxcalteca
El profesor e investigador, Carlos Recio Dávila, señala en ‘Espacios geográficos, urbanos, públicos y de tránsito de Saltillo’, que Santa Anita pertenece a uno de los antiguos barrios tlaxcaltecas en que fue dividido el pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala a partir de 1591, lo que abre una perspectiva diferente a lo que muchos pensaban del lugar.
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Uno de los rituales ancestrales más famosos tras el paso de los tlaxcaltecas consistía en que en muchas casas del barrio se hacían arreglos para ofrecer a la imagen de Santa Anita, a la par de algunas peregrinaciones por parte de los moradores, quienes a su vez cargaban dos velas encendidas. Previamente solía realizarse un novenario a Santa Ana.
El color y alma del Barrio de Santa Anita son sus vecinos
Bien dicen que lo que se construye en un pueblo lo conforman sus habitantes y cuánta razón hay en ello, pues es sin los vecinos fiesteros, los comerciantes, los adolescentes enamorados y los matrimonios en la vejez, Santa Anita no sería como lo conocemos hoy en día.
Cada uno de los vecinos en las inclinadas viviendas situadas en el barrio tiene su propia historia y su estancia en este sector de la ciudad hace que año con año podamos conocer más de su origen y destapar sorpresas inimaginables.
Tal es el caso de Mario Martínez, vecino del Barrio de Santa Anita, quien ha vivido en una casa situada en la escalinata desde hace más de 18 años y contó para Telediario la forma en que con el pasar de los años el sector comenzó a ser más y más reconocido, no sólo a nivel local, sino internacional.
La vivienda del señor Mario es bastante conocida en todo el barrio debido a la inmensa colección de filatelia que posee al interior de su hogar, así como cientos de artículos antiguos de gran valor histórico, mismos que le han dado identidad a las escalinatas desde hace algunos años.
“Yo hago recorridos para exhibir colecciones que tengo, la primera vez que yo abrí aquí entraron siete mil personas, vinieron de siete países diferentes, este año pasado fueron cinco, muchos piensan que es un museo. Viene mucha gente, hacen peticiones de mano, está muy bonito pero hace falta más actividades culturales”.
Por otra parte, María Estela, otra de las vecinas del barrio quien ha vivido en el sector desde hace siete años y asegura que aunque cada año el aspecto de las escalinatas mejora durante las festividades del mes de noviembre, el resto de los días no hay cambios e incluso puede percibirse inseguridad.
“Hace falta que se le dé un poquito más de seguimiento al área para que la gente sepa y volverlo más seguro, hace tiempo venía la Policía Municipal y estaba bien, la cámara del C2 no tiene mucho y en esta área hay un punto ciego, ese sería uno de los detalles. Sólo acondicionan cuando hay un evento, la basura ahí está”, aseguró.
Asimismo, día tras días cientos de personas suben y bajan la escalinata como parte de su rutina, por lo que al igual que la señora María Estela, piensan que debería de invertirse un poco más en el embellecimiento de la zona, no sólo un mes, sino todo el año.
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El altar de muertos monumental, una tradición en Saltillo
Las escalinatas de Santa Anita cobran gran relevancia en la ciudad de Saltillo en el mes de noviembre con motivo del Día de Muertos, pues en ellas se instala un altar monumental que atrae a cientos de personas por la belleza y los eventos culturales que ocurren el lugar, una iniciativa de la Universidad Carolina y la Secretaría de Cultura del municipio.
Con la participación de cerca de 300 personas, año con año los escalones de Santa Anita son decorados con calaveras monumentales, mariposas monarcas, catrinas, flores, fotografías de los difuntos, ofrendas y más.
Debido al gran atractivo que genera esta actividad en la ciudad, se ha convertido en una tradición que las familias saltillenses acudan durante la primera semana de noviembre a tomarse fotografías y disfrutar de los eventos realizados en el lugar.
Ha sido tanto la buena respuesta por parte de los ciudadanos ante la instalación del altar de muertos, que este 2024 Saltillo podría buscar un Récord Guinness con la colocación de 308 escalones, superando los altares de otros estados de México, según lo afirmó Mónica Orozco, la organizadora de esta actividad en 2023.
“Son 154 escalones de cada lado, estamos hablando de más de 300 escalones, es hasta el siguiente año, siempre lo habíamos visto por las dimensiones, desde hace siete años que habíamos soñado con hacer este proyecto y más que un Récord Guinness, es cómo la comunidad podemos hacer cosas tan importantes para la sociedad”, afirmó Mónica Orozco.
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¡Santa Anita en la pantalla grande!
Lo que no muchos sabían acerca del Barrio de Santa Anita es que éste sirvió de inspiración para la creación del corrido de ‘Rosita Alvírez’, misma que según la letra de la canción, fue asesinada en un barrio de Saltillo tras desobedecer las órdenes de su madre y salir una noche a bailar.
Esta es la trama abordada en una nueva película que fue filmada en el municipio de Saltillo bajo el nombre de ‘El Desaire’, misma que busca proyectar en la pantalla grande la historia de Rosita Alvírez, inmortalizando así este sector tan popular de la ciudad.
Fue desde el pasado mes de octubre de 2023, que el alcalde de Saltillo José María Frausto, en compañía del alcalde de Ramos Arizpe, José María Morales, dieron el claquetazo inicial para el filme escrito, actuado y dirigido por alumnos y docentes de la carrera de cine en la Universidad Carolina.
El objetivo de la película, de acuerdo a lo señalado por el propio director de la misma, Gabriel Ramos, es mostrar la problemática actual que se vive en México respecto a los casos de micromachismos, violencia de género y feminicidios, teniendo como ejemplo la historia de Rosita Alvírez.
“El largometraje trata sobre la violencia de género, el caso particular es un feminicidio, y la idea es generar conciencia en la gente sobre el tema. Maestros y alumnos de la Universidad de Carolina están participando”, informó Gabriel Ramos, director de la película.
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Con lo bello y también lo oscuro, el Barrio de Santa Anita se ha ganado el cariño de todos los saltillenses; no se sabe si es por la belleza de la escalinata, la calidez de sus vecinos, lo pintoresco de las festividades o la fama que ha tenido, pero lo que muchos tienen por seguro, es que cada día que pasa, es el inicio de una nueva historia.
Galindo, Sergio A. (1998). Memorias de Saltillo. [Folleto]. Saltillo, México.
Recio Dávila, Carlos. (2017). Espacios geográficos, urbanos, públicos y de tránsito de Saltillo: Siglos XVI al XX. Saltillo, México: Editorial [Quintanilla Ediciones].
Oyervides Aguirre, Juan Marino. (1995). Detalles y leyendas del Saltillo Antiguo. Saltillo, México
Cuellar, Pablo M. Historia de la ciudad de Saltillo.
Con información del Archivo Municipal de Saltillo…
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