Conoce el origen de las calaveritas de azúcar para el Día de Muertos en México
Estas calaveritas suelen colocarse en los altares como una ofrenda, para recordar a las personas que ya no están con nosotros.
El origen de las calaveritas de azúcar se remonta a los antiguos mesoamericanos los cuáles creían que la muerte, era sólo la conclusión de una etapa de vida que se extendía a otro nivel. En la práctica era común conservar cráneos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban el culto a la muerte.
El altar de las culturas antiguas era llamado ‘Tzompantli’, y era adornado con los cráneos de las personas que habían sido sacrificadas como ofrenda a los dioses.
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A la llegada y conquista de los españoles, los rituales que iban en contra de los preceptos de la religión católica fueron prohibidos y en muchos casos, ante la resistencia de los pueblos indígenas por eliminarlos, se sustituyeron por otros.
Fue así que nacieron las calaveritas de azúcar que están elaboradas con la técnica del alfeñique, que es una mezcla de azúcar, clara de huevo, gotas de jugo de limón y una planta llamada chaucle. Según creen los historiadores esta técnica es de origen árabe y fue adoptada por los españoles quienes la trajeron a México.
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Estas calaveritas suelen colocarse en los altares como una ofrenda, para recordar a las personas que ya no están con nosotros.
Leyenda de las calaveritas de azúcar
Se cree que hace mucho tiempo, cuando todavía existían los grandes hacendados rurales y se acercaba la fecha del 2 de noviembre para ir a visitar a los difuntos, los trabajadores, pedían permiso a sus patrones para ausentarse todo el día e ir a los cementerios.
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Como una especie de ayuda, los hacendados les regalaban comida o algo de dinero para que fueran al cementerio y pudieran ofrendar algo a sus seres queridos.
Esta práctica se convirtió en una costumbre, de tal modo que cada 2 de noviembre, los trabajadores iban a pedir su calaverita. Los niños, especialmente, corrían a las casas de los hacendados para pedir calaverita y llevarse un dulce a casa, según información de la secretaría de cultura.
SCA
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