Cuánto cuesta un casco certificado para moto en Guadalajara

Un casco certificado para motocicleta es aquel que ha pasado pruebas rigurosas de seguridad y ha cumplido con estándares específicos establecidos por organismos de certificación. La principal diferencia entre un casco certificado y uno que no lo es radica en la seguridad y la protección que ofrecen.

Las motocicletas se han convertido en uno de los medios de transporte más comunes en el Área Metropolitana de Guadalajara, con un aumento en su uso que ha llegado a hacer difícil su contabilización precisa.

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En muchas ocasiones, los tapatíos las utilizan de manera imprudente, sin el uso de cascos ni chalecos reflectantes, invadiendo carriles y transportando a varias personas, incluyendo niños. Según el Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes en Jalisco (CEPAJ), sólo en 2022, se registraron 71 muertes y 562 personas heridas debido a accidentes de motocicleta.

¿Cuánto cuesta un casco certificado en Guadalajara?

Los cascos certificados llevan una etiqueta que confirma que cumplen con las normativas de seguridad establecidas, garantizando características como la absorción de impactos, visibilidad, estabilidad y resistencia, entre otras. Según la marca, su precio puede variar desde aproximadamente 800 hasta 13 mil pesos.

1. Normas de Certificación:

Certificación: los cascos certificados han sido evaluados y aprobados por entidades reguladoras de seguridad, como DOT (Department of Transportation) en EE. UU., ECE (Economic Commission for Europe) en Europa, o SNELL (Snell Memorial Foundation). Cada una de estas organizaciones tiene sus propios estándares rigurosos para pruebas de impacto, penetración, y otros aspectos.

Casco no certificado: los cascos que no tienen certificación pueden no cumplir con estos estándares de seguridad. No han pasado las pruebas oficiales y, por lo tanto, podrían no ofrecer el mismo nivel de protección.

2. Pruebas de seguridad:

Certificado: los cascos certificados pasan por pruebas de impacto, resistencia a la penetración, y pruebas de retención (cómo se mantiene el casco en su lugar durante un accidente). Estas pruebas aseguran que el casco pueda absorber y distribuir la energía del impacto de manera efectiva.

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No certificado: estos cascos pueden no haber pasado por pruebas estandarizadas. Su capacidad para proteger en caso de accidente puede ser incierta.

3. Materiales y diseño:

Certificado: los cascos certificados utilizan materiales y tecnologías que han demostrado ser efectivos en la absorción de impactos y en la protección. Los diseños también se someten a pruebas para garantizar que sean funcionales y seguros.

No certificado: los materiales y el diseño pueden ser de calidad inferior y no están necesariamente optimizados para la protección.

4. Calidad y durabilidad:

Certificado: generalmente, los cascos certificados tienen una mayor garantía de calidad y durabilidad, ya que han sido sometidos a pruebas exhaustivas y cumplen con requisitos específicos.

No certificado: la calidad puede variar ampliamente, y no hay garantía de que el casco ofrezca una protección adecuada en un accidente.

5. Legalidad:

Certificado: en muchos países, es obligatorio usar un casco que cumpla con las normativas de seguridad para que sea legal en la carretera.

No certificado: usar un casco no certificado puede no cumplir con las leyes locales y puede resultar en multas o sanciones.

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