Instituciones de educación especial celebran el Día Internacional de la Sordoceguera

Bajo el lema “Haciendo visible lo invisible”, las tres zonas de educación especial en La Laguna de Durango celebraron este lunes el Día Internacional de la Sordoceguera con la campaña de Graffiti Tejido que pintó de colores la techumbre del Parque Victoria en Lerdo.

Yolanda Virgil Orona, Subjefa de Educación Especial, detalló que este movimiento busca hacer visible la condición complicada que enfrentan las personas que pierden los dos sentidos como son la vista y el oído, sumándose con el tejido de cuadros que es el principal símbolo de la discapacidad de la Sordoceguera.

“La campaña de concienciación pretende que la sociedad sepa que entre más temprano detectemos esta condición los alumnos tendrán la facilidad de incorporarse al sistema educativo a más temprana edad con mejores logros, quiero hacer la aclaración que las personas que tienen la condición ya sea ciegos o sordos no necesariamente tienen limitaciones intelectuales por lo que al acudir más pronto a los Centros de Educación Especial o de Atención Múltiple, tendrán la oportunidad de incorporarse al sistema educativo donde se tienen que ir rompiendo barreras”, apuntó.

Los centros de atención a estas discapacidades atienden en La Laguna a mil 500 personas desde los 45 días de nacidos para la estimulación temprana hasta los 35 años para la inclusión social con talleres de autoempleo.

Instituciones realizan caravana

Este lunes instituciones de educación especial participaron en una caravana en el marco del Día Internacional de las Personas Sordociegas.

Zoila Esperanza Jiménez, maestra en educación especial y organizadora del evento, habló que en todo el estado se estima el 7.2 por ciento de la población de la entidad vive con esta condición, donde lamentablemente un porcentaje no ha sido diagnosticado al formar parte del sector adulto de la población.

La entrevistada reconoció que existen diversos factores para que se presente esta condición, ya que puede deberse a múltiples causas, pero una de las principales es el llamado síndrome de Usher, una enfermedad hereditaria que está estrechamente relacionada a la retinitis pigmentaria y que afecta la vista y el oído. Sus primeros indicios ocurren a partir de los ochos años en adelante.