Ciclovías en Nuevo León, ignoradas por automovilistas y sin mantenimiento

En lugar de ser una alternativa de transporte, hoy en día las ciclovías del área metropolitana representan un peligro por la falta de mantenimiento en la infraestructura vial y la inconsciencia de los automovilistas.

En toda la metrópoli, sólo hay seis ciclovías confinadas, es decir, que se destinó un espacio exclusivo para ciclistas sobre los carriles ordinarios de circulación.

Milenio Monterrey realizó un recorrido por tres de ellas, en las que se observaron situaciones de riesgo que exponen el abandono en el que se encuentran y la omisión de automovilistas.

En San Nicolás, los postes alineadores que delimitan el carril exclusivo en avenida Múnich están por los suelos. Luego, la reparación de una fuga impidió el paso, por lo que se tuvo que rodear por el carril ordinario.

Al llegar al cruce con avenida Nogalar, el camino se acorta de dos carriles a uno, por lo que vehículos invaden la ciclovía al igual que los camiones de carga pesada que no hacen una buena maniobra al girar.

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En el trayecto, las ramas de los árboles y el pavimento en mal estado ponen en peligro al ciclista. Además, no hay un señalamiento que advierta la salida constante de tráileres de la planta de Ternium. Para no variar, hasta los agentes de Movilidad, impiden un tránsito libre y seguro.

En el trayecto de avenida San Nicolás no hay seguridad para el ciclista, pero la situación empeora al cruzar Juan Pablo II, ya que en ese punto los automóviles se estacionan sobre el espacio que le corresponde al ciclista.

En San Pedro, la Vía Libre ha sido polémica desde que se implementó, por el rechazo de quienes habitan frente al carril exclusivo al argumentar que puede haber un siniestro vial cuando saquen su vehículo de la cochera y pase un ciclista.

Aunque la infraestructura es ideal y tiene señalamientos en la mayoría de las intersecciones, los automóviles ignoran la exclusividad, como un camión de carga que se estacionó y obligó al ciclista a ingresar a los carriles ordinarios.

Otro ejemplo, fue un chofer de aplicación digital, que se detuvo sobre la ciclovía para que descendieran los pasajeros.

Vía Libre fue donde observó más ciclistas, aunque la mayoría la utilizaba con un fin recreativo y no para trasladarse a un punto destino, ya que el tramo de cuatro kilómetros es lineal y no conecta con otras alternativas de transporte.

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Mientras tanto en Escobedo, a raíz de la pandemia se implementó una ciclovía emergente, la cual ha sido criticada en reiteradas ocasiones por colectivos, ya que no está ubicada sobre los carriles laterales.

La petición que han hecho colectivos de ciclistas es que el trazo de la ciclovía se modifique y pase a los costados, ya que es ahí donde se encuentran los lugares de destino como los comercios.

El 14 de enero de este año, la Mesa de Coordinación Metropolitana acordó invertir alrededor de mil millones de pesos para la creación de 117 kilómetros de corredores verdes que conecten a varios municipios a través de ciclopistas, pero a seis meses de esto, ha quedado en palabras y la bicicleta sigue sin ser opción para la mayoría de los regiomontanos.

 mvls