Suman dos de los cuatro lesionados tras explosión de un taller de pólvora en Zapopan
Miguel Zamora Nuño señala que debe haber regulación para que los pirotécnicos no operen en lugares clandestinos.
Se confirmó el fallecimiento de dos de las cuatro personas que fueron reportadas como graves tras la explosión de un taller de pólvora clandestino que se encuentra sobre la calle 1de noviembre en la colonia Nuevo México, del municipio de Zapopan.
El presidente de la Unión de Pirotécnicos de Jalisco, Miguel Zamora Nuño, explicó que con el simple hecho de trabajar en una casa habitación ya se cuenta con el riesgo de tener un accidente con la energía eléctrica, ya que nadie puede señalar cómo inician los incidentes, por lo que refirió que el hecho suscitado en el taller es un error humano.
Nuño Zamora recalcó que esto es un problema, debido a la falta de atención a necesidades de los pirotécnicos que requieren una autorización y regulación, sin embargo, hay municipios que no las brindan, lo cual implica laborar ante las medidas implementadas por el estado y el propio municipio.
“Son pirotécnicos que ya tienen muchos años dedicándose a eso y no les queda otra más que ir a sus casas habitación. Lamentablemente con el asunto de la pandemia, muchos dejaron de mantener sus permisos porque hay que pagar trimestralmente, otros emigraron a Estados Unidos y quedaron fábricas talleres”, explicó Nuño Zamora.
No se busca culpar a nadie, dijo el Miguel Nuño, debido a que es responsabilidad compartida, entre pirotécnicos y autoridades que se les ha solicitado una regulación, no obstante, como no han otorgado dicha necesidad, municipios como el de Tlaquepaque no han sido consideras y se encuentran lejos de la jurisdicción de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Hasta el 2018 había un padrón de 64 mil pirotécnicos en México, y de esos solamente ocho mil tenían permisos, mientras que en Jalisco, de un total de 360 pirotécnicos únicamente hay 50 permisos, que se ven afectados por la pandemia.
Cabe señalar que en Tonalá se realizó un plan de convencimiento con las autoridades debido a la proliferación de la pirotecnia clandestina dentro de casas habitación, para sacarlos de cabecera municipal y de sus delegaciones con el fin de concentrar los de la Barranca de Colimilla, lo cual ha arrojado resultados positivos, por si se presenta un accidente ya no está en el riesgo de la zona conurbada.
Por último Miguel Nuño indicó que si estuviera en sus manos, asistiría a todos estos talleres clandestinos para invitarlos a que salgan de las casas habitación hacia la periferia en donde está lo despoblado, sin embargo, sería una tarea ardua.
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