Habitantes de Tonalá exigen a Caabsa Eagle retirar basura del vertedero de Matatlán

A cuatro días del cierre definitivo del centro de transferencia de Matatlán, vecinos de la colonia Urbi Quinta del municipio de Tonalá, denunciaron actividades irregulares por parte de Caabsa Eagle ante la falta de vigilancia de instancias federales, y exigen que se haga cumplir la norma y la pronta solución y rehabilitación integral de la zona, por las más de 120 mil toneladas de basura en el sitio.

“Sigue operando de manera irregular (...) Ellos permiten el acceso a la hora que ellos dispongan de vehículos recolectores de basura y otros vehículos que ya no deberían de ingresar, están cometiendo delitos federales y no se ve aquí la presencia de ninguna autoridad para actuar en contra de ellos, entonces pedimos que se cumpla la clausura total y que se comience con la rehabilitación integral de la zona”, dijo Armando Bañuelos Hernández, vocero del movimiento Vecinos Organizados de Urbi.

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La concesionaria está trabajando de manera arbitraria como vertedero ilegal a cielo abierto, en lugar de disponer de un espacio seguro con el buen manejo de normas ambientales. De acuerdo al plan de cierre y abandono, es principalmente la empresa Caabsa Eagle la que tiene que hacer la inversión para dejar solucionado de la mejor forma posible, sin embargo, también los ayuntamientos involucrados.

“La remediación también tiene que ver con la participación principalmente del ayuntamiento de Guadalajara, porque la mayor parte de esa basura viene de Guadalajara y son los obligados solidarios de acuerdo con el contrato de concesión para supervisar lo que están haciendo Caabsa y también para hacerse responsables, por lo que les corresponde en cuanto a labores de remediación”, manifestó Bañuelos.

De acuerdo a Bañuelos, un vertedero según los diferente materiales, se maneja por capas o membranas para evitar que los lixiviados penetren en todas las partes de la superficie y puedan ser captados por medio de tuberías, así en la parte final cuando concluye la labor de depósito de desechos sólidos, se podría construir un área verde o deportiva.

Bañuelos recalcó que cuentan con las bitácoras que dan testimonio de las más de 900 toneladas por día que han depositado durante más de un año, mismas que han generado escurrimientos de lixiviados que ponen en riesgo la salud de las personas.

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“En las escuelas tenemos decenas de acreditaciones de niños que tienen problemas gastrointestinales, de vías respiratorias y también de la piel, y es producto de las emanaciones de gases y los líquidos sin ningún control siendo vertidos en este espacio”, detalló Bañuelos.

Cabe mencionar que en ese lugar, en la época prehispánica pertenecía a territorios de la Reina Cihualpilli, donde había pirámides y vestigios arqueológicos, pero sin ninguna autorización, desde 1989, el ayuntamiento de Guadalajara compró ese precio de 64 hectáreas para ser un vertedero hasta 2004, después estuvo cerrado 17 años como estación de transferencia. El año pasado se volvieron a depositar residuos de forma ilegal y causó la actual crisis ambiental.

AA