Hombre con dismorfia muscular cuenta su historia; “las únicas barreras están en nuestra mente”
John creó su propia empresa para escritores de la cual actualmente es director ejecutivo y ha logrado impactar a personas en el extranjero y Monterrey.
A pesar de que su única movilidad es en el rostro debido a una dismorfia muscular con la que nació, John Marrow, originario de Carolina del Norte en los Estados Unidos, ha superado diversos obstáculos a lo largo de su vida demostrando que las únicas barreras que existen para cumplir nuestras metas están en nuestra mente.
Gracias a su amor por la escritura y su deseo por ser más independiente, Jhon creó su propia empresa para escritores de la cual actualmente es director ejecutivo y ha logrado impactar a personas en el extranjero y Monterrey, ciudad a la que particularmente gusta viajar por trabajo.
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John es la muestra de que no importa cuantas personas trataron de limitarlo por tener capacidades diferentes.
La silla de ruedas que usa fue construida especialmente para él y moverse con facilidad, además de poder realizar los deberes de su empresa gracias a un mecanismo conectado a su computadora que puede mover con su boca.
Además de gozar de una vida como la de cualquier otra persona, John trabaja arduamente para solventar sus propios gastos médicos, los cuales oscilan aproximadamente en 60 mil pesos al mes.
¿Cómo saber si tengo dismorfia muscular?
Los signos y síntomas del trastorno dismórfico corporal incluyen los siguientes:
- Estar extremadamente preocupado por un defecto percibido en la apariencia que los demás no pueden ver o que parece poco importante.
- Estar convencido de que tienes un defecto en tu apariencia que te hace feo o deforme.
- Creer que los demás ponen especial atención en tu apariencia de una manera negativa o se burlan de ti.
- Tener comportamientos dirigidos a arreglar u ocultar el defecto percibido que son difíciles de resistir o controlar, tales como mirarse frecuentemente el espejo, arreglarse o rascarse la piel.
- Intentar ocultar los defectos percibidos con el estilo, el maquillaje o la ropa.
- Comparar constantemente tu apariencia con la de los demás.
- Buscar con frecuencia la aprobación de tu apariencia por parte de los demás.
- Tener tendencias perfeccionistas.
- Buscar procedimientos estéticos con poca satisfacción.
- Evitar situaciones sociales.
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