Joven lleva preso casi tres años en Jalisco por un delito que presuntamente no cometió; su padre exige justicia

El delito por el que Irving se encuentra preso en Puente Grande fue en el 2013, donde una persona fue asesinada a golpes en Tlaquepaque, pero fue hasta el 2017 cuando Irvin fue acusado y detenido por ese delito.

Sin embargo, por falta de pruebas lo dejaron libre ese mismo año, aunque un año después, en 2018, fue que volvieron a detener a Irvin, sin embargo, otra vez fue liberado de prisión, luego de que su familia presentara una apelación, y el Supremo Tribunal de Justicia lo dejó en libertad al no encontrar elementos para procesarlo.

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Pero en junio de 2020 lo volvieron a detener, porque la hermana de la víctima apeló la decisión, mencionó Fernando, padre de Irvin.

“En la primera audiencia que fue la primera detención, la testigo va y se retracta de su declaración, dice textualmente ‘vengo a retractarme de mi declaración yo no estuve ahí, no conozco a la persona, entonces, pues tú tiras la declaración del otro testigo que dice que él vio todo desde el puente y que la mujer esta estuvo presente”, explicó el padre de Irvin.

Para Fernando, el propio Ministerio Público no se esperaba que el testigo se retractara y eso generó que el ministerio público desestimó está declaración.

En el caso hay dos testigos presentados por parte del Ministerio Público, señaló el padre de Irvin. La primera declaró que lo vio pasar por el bar cuando estaban sacando a un conocido de ella, golpeado afuera del inmueble, declaración de la que se retractó después. Mientras que el segundo testigo, refirió que observó desde un puente peatonal lo que pasaba dentro del bar.

Ambos no han vuelto a comparecer ante las autoridades.

El padre de Irvin denuncia que lleva casi tres años esperando a que los testigos se presenten, pero estos no han asistido a ratificar o retirar su testimonio.

Irregularidades en el caso

Fernando comentó que la perito debía comparar una foto del sospechoso para poder constatar si se trataba de la misma persona, pero le entregaron dos fotografías de Irving, por lo que el peritaje salió positivo.

Pese a que el Juzgado décimo sexto reconoció el error y mandaron pedir otro peritaje, continúa sin realizarse.

El día en que ocurrió el asesinato de la víctima, Irvin se encontraba con su familia festejando su cumpleaños, sus padres le habían organizado un pequeño convivió, para conmemorar sus 21 años, sin imaginar que días después comenzaría su calvario.

MQ