Hermanas construyen la tradición monumental de los altares de Huaquechula en Puebla
Juana y Paulina son las únicas mujeres de Huaquechula que se dedican a la construcción de altares monumentales.
Los límites no existen para las hermanas Juana y Paulina Alejo, quienes desde hace diez años se dedican a la elaboración e instalación de los altares monumentales por el Día de Muertos en el municipio de Huaquechula, ubicado en la región de Atlixco del estado de Puebla.
Las dos mujeres son originarias de este municipio y se encargan de la carpintería, maquila y armado de los altares sin la ayuda de ninguna figura masculina, y son las únicas dos mujeres que se dedican de lleno a este oficio cada año.
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Con su fuerza y su creatividad han diseñado y armado altares hasta de seis metros de altura, su primer trabajo fue dedicado a una de sus hijas y a su nieta, quienes perdieron la vida el mismo año, y desde ese momento comenzaron a crear estos portales para recibir cada año a los que partieron del mundo terrenal.
“Fue cuando falleció mi hija y nieta, hicimos el primer altar para ellas, para esperarlas y desde ese año, nos pidieron apoyo para elaborar una, aceptamos y la gente nos empezó a buscar al año siguiente, nosotras hacemos todo sin ayuda de nadie”, dijo la señora Paulina Alejo, en entrevista para Multimedios Puebla.
Desde niñas vivieron envueltas en esta tradición, con la enseñanza de su padre, el señor Gonzalo Alejo Martínez, ya que todos los años elaboraba uno de los altares tradicionales más altos de la región, por lo que buscan mantener sus costumbres y transmitirlas a las nuevas generaciones.
Así se arman los altares de Huaquechula, Puebla
Para el armado de un altar, las dos hermanas invierten hasta cinco días en cortar las piezas, lijarlas y darles el acabado deseado, así como el forrado de las torres y de los tres niveles que representan el mundo terrenal, el intermedio y el espiritual; además confeccionan la tela y diseñan cada una de sus piezas.
Estas dos mujeres son las únicas en el municipio que se encargan de todo el proceso, y su distintivo es la costura sacra, con los tipos de plisados que tienen diversos significados como la representación de las nubes, de la pureza y de las dificultades en la vida terrenal.
A su edad de 52 y 60 años, respectivamente, construyen altares que les triplican su tamaño y tradicionalmente los decoran con detalles dorados que resaltan en los lienzos de tela blanca, con diversas texturas, complementos de artesanías y alimentos que se colocan en las ofrendas de esta temporada.
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“Dicen que no hay imposibles, pero para nosotras como mujeres subir las mesas es un poco pesado; pero nada más somos dos y nos tenemos que dar ideas para hacerlo”, manifestó, Paulina Alejo.
Hermanas de Huaquechula decoran el campanario del Ayuntamiento
Uno de los pedidos más grandes que encabezaron fue el campanario del Ayuntamiento de Huaquechula, que midió más de seis metros de alto y cuatro de ancho, con acabados tradicionales y diferentes tipos de costura, una obra que dejó encantados a los pobladores, turistas y a las autoridades.
“Me gusta cuando ya están terminados, porque ahí vemos nuestro trabajo, al principio, pues no vemos nada, pero ya cuando está terminado nos gusta”, afirmó Juana Alejo.
A decir de las artesanas, el pago más grande es ver la reacción de los familiares de los difuntos, que se asombran al ver estos portales para recibir a los que llegan del más allá.
“Los vemos que están contentos con nuestro trabajo y eso mismo nos motiva para hacerlos mejor cada día, nos dicen que les gusta como quedan, que se imaginan que ellos están ahí, es bonito, porque lo hacemos con amor, porque entendemos el duelo de las personas”, dijo Juana.
ERV
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