Devotos finalizan la Ruta del Peregrino y celebran su llegada a Talpa de Allende

Luego de varios días para llegar a Talpa de Allende, todo ha valido la pena para los peregrinos, ya que entran con bastante alegría y devoción para poder visitar a su patrona; la Virgen del Rosario.

Por las calles de este pueblo mágico, se apreció a la gente feliz y emocionada por conseguir superar el trayecto de 117 kilómetros que comprende desde Lagunillas, en el municipio de Ameca, hasta la Cruz de Romero en Talpa de Allende.

En los portales que se encuentran cerca de la presidencia municipal y que son parte de la calle Independencia hasta llegar a la Basílica, hay varias fábricas distribuidas de rollo de guayaba, mejor conocido como guayabate.

Entre la calle principal, la gente sale por las noches para tener una cena o comprar alguna golosina o un antojo mexicano, después de un viaje largo. Los platillos más populares destacan las especialidades de la gran mayoría de los restaurantes, fonditas y el mercado, como la birria y el menudo.

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Se tiene un estimado de recepción por parte de la Arquidiócesis de Nayarit de alrededor de un millón de peregrinos en estos días de Semana Santa.

Cabe señalar que en Talpa de Allende se encuentra un Cristo Rey en la punta del cerro, conocido por mucha gente, a pesar de que algunos únicamente visitan a la Virgen del Rosario a su santuario y permanecen en la fiesta de la plaza principal o prefieren ir a descansar después del trayecto.

No obstante, hay un cerro que se llama Cristo Rey, al cual se puede llegar por varias escalinatas ubicadas a un costado de la calle Independencia, para subir poco a poco por sus escaleras adornadas con azulejos.

También fueron plasmados varios murales en los cuales los paseantes se pueden tomar fotografías para llevarse un recuerdo a sus hogares, tales como la Ruta del Peregrino, el pueblo de Talpa de Allende, la tradición y fabricación de los dulces típicos de la región.

Para llegar a Cristo Rey es necesario ascender al menos unos 200 escalones aproximadamente, donde el recorrido consta de callejones con algunas casas remodeladas y adornadas. Al arribar a la explanada, se encuentra una plazoleta en la cual está este emblemático distintivo religioso custodiado por cuatro estatuas dentro de un enrejado.

Además, también en el recinto se cuenta con dos pequeñas capillas en donde está expuesto el Santísimo y una imagen de la Virgen de Talpa de Allende. Se puede gozar de una vista panorámica, en la cual se observan las calles principales del municipio, tales como la Basílica y la Cruz de Romero, donde van descendiendo los peregrinos.

AA