"El periodismo, campo del pensamiento y la cultura": Don Jesús D. González
Mensaje de don Jesús D. González, fundador de Organización Estrellas de Oro y El Diario de Monterrey, durante la ceremonia de inauguración de esa nueva casa editorial.
Hace 50 años don Jesús D. González, fundador de Organización Estrellas de Oro y El Diario de Monterrey, dio un discurso en la ceremonia de inauguración de esta nueva casa editorial. Le presentamos el mensaje íntegro:
Hoy 22 de noviembre de 1974 asistimos muy felices, pero también inquietos y preocupados, al nacimiento de un nuevo periódico: El Diario de Monterrey. Esta es nuestra muestra del crecimiento de una ciudad que, al calor y a la frescura de un viejo río que dio sustento y hogar a unos cuantos pobladores recios y audaces, se ha transformado en un torrente urbano incontenible.
Nuestra angustia es explicable y nuestra preocupación es justificada.
Si a Monterrey se le mira solo como escuela de industrias y semillero de artesanías, se tiene un concepto equivocado del lugar donde vivimos y donde alentamos esperanzas y queremos satisfacer legítimas aspiraciones. Monterrey es algo más. Es pensamiento y cultura desde el aula más humilde a la sala de educación superior, con todos los matices que requiere transformar el espíritu, hacerlo permeable a los altos valores de la vida, entenderla mejor y buscar que el hombre realice, en plenitud, el ideal de su propia existencia. Precisamente por ello, nuestra conducta estará desligada de toda actitud que no sea el respeto al pensamiento ajeno, a la preocupación por el bienestar nacional y la consideración y respeto que nos merecen los conceptos religiosos de toda persona.
Con esto queremos decir que el periodismo pertenece, en su justo ejercicio, a ese campo del pensamiento y de la cultura. Y en él, ni somos los primeros ni seremos los últimos. Al poner en marcha nuestras prensas completamos un viejo anhelo: hemos sido informadores veraces y oportunos del acontecer local, nacional e internacional, durante más de 40 años, primeramente a través de la radio, luego de la televisión y ahora por la palabra escrita en las columnas de El Diario de Monterrey, agregando así una estrella más al complejo informativo Estrellas de Oro, que en esta forma resulta ser el núcleo de información más integrado y completo en el norte del país.
Desde hoy somos también periodistas, con el deseo de encontrar los caminos mejores, siguiendo el ejemplo de los que lo fueron y oyendo el consejo de quienes hoy lo son, y a quienes tenemos el privilegio de considerar nuestros amigos.
Será un homenaje a ellos decir que quisiéramos contar en las páginas de nuestro diario con la audacia y agudeza de Fray Servando; con el editorial culto y elegante de un Nemesio García Naranjo; con el acento poético de un Eduardo Martínez Celis; con el ingenio y la belleza de espíritu de Celedonio Junco de la Vega; con la prosa maravillosa y el talento de un José Alvarado; con la enseñanza honesta, de pensamiento y conducta de Federico Gómez; con la lealtad al trabajo y respeto a la profesión de un Jesús Cantú Leal, heredados con singular cariño a su hijo don Rogelio Cantú; con el espíritu abierto a los nuevos tiempos de un Rodrigo de Llano, con el valor civil y entereza de un Ángel de Fuentes; con la bondad a flor de labio y el amor a todo lo creado de un José Navarro; y este homenaje debe extenderse con justicia a todos aquellos que con su inteligencia, su ingenio y su esfuerzo han hecho posible, en el curso de tantos y tantos años, el desarrollo y mayoría de edad del periodismo en este nuestro hogar.
Seremos periodistas cabales, hasta donde la fuerza y nuestra inteligencia nos alcancen. Sabemos, eso sí, que no solo somos vehículos de información, sino orientadores de la vida nacional en la pequeña parte que nos corresponde.
Nuestra opinión, cuando de ello se trate, buscará siempre la crítica sana y constructiva, sin dejar por ello de hacer notar el extravío de la conducta pública o privada, cuando ello afecte la marcha del país.
Nos queda solo una cosa: pedirles a ustedes que se sientan en su casa, con el agradecimiento mío, de mi hijo, mi familia y quienes aquí laboran, por tenerlos con nosotros, y la consideren siempre suya.
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.