¿Un pueblo FANTASMA en la Barranca de Huentitán? Ésta es la historia
Se trataba de Acrediano, ubicado al fondo de la Barranca de Huentitán, y que hoy en día es un pueblo fantasma luego de que el gobierno quisiera construir una presa en su lugar.
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Ruinas del pueblo fantasma en la Barranca de Huentitán | Especial
El pueblo de Arcediano, ubicado en el fondo de la Barranca de Huentitán, fue un lugar lleno de vida y costumbres tradicionales. Durante décadas, sus habitantes convivieron en un entorno natural rodeado por el Río Santiago, entre huertas de mangos y el calor del campo. Sin embargo, una serie de decisiones gubernamentales destinadas a la construcción de una presa que nunca se terminó, resultó en el desalojo de todos sus pobladores, condenando al lugar al olvido.
Situado 500 metros bajo el nivel del mar en relación con la ciudad de Guadalajara, Arcediano era un pequeño pueblo que dependía de la ganadería, la agricultura y la pesca, cuando el río aún lo permitía. Sus habitantes, cerca de doscientas personas, vivían en un entorno rural aislado, donde las montañas de la barranca impedían la vista de los amaneceres y atardeceres. Para llegar a la ciudad, era necesario atravesar senderos escarpados y un puente colgante que daba identidad al pueblo desde su construcción en 1888.
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El puente de Arcediano fue una obra clave para el desarrollo de la región, facilitando el cruce del río y permitiendo el intercambio comercial con otras localidades. Antes de su construcción, los pobladores dependían de canoas para cruzar el río, lo que resultaba peligroso durante la temporada de lluvias. Sin embargo, este símbolo de la identidad de Arcediano no sobreviviría a la decisión de construir la presa.
¿Qué provocó la desaparición del pueblo de Acrediano?
En 2002, ingenieros y funcionarios gubernamentales llegaron al pueblo con planes de medir el terreno y evaluar las condiciones del Río Santiago. Poco después, se anunció oficialmente que el gobierno de Jalisco construiría una presa en el fondo de la barranca, con el objetivo de abastecer de agua a la creciente zona metropolitana de Guadalajara. Aunque desde los años 90 se había discutido la posibilidad de este proyecto, muchos expertos se oponían a la idea debido a los graves impactos ambientales y sociales que traería consigo.
A pesar de las críticas, en 2003 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó el proyecto de la presa. Para 2008, Arcediano había sido demolido casi por completo: las casas, la escuela, la capilla y, finalmente, el histórico puente colgante fueron destruidos. Aunque se construyó una réplica del puente, esta fue ubicada a 800 metros del sitio original, despojando al lugar de su esencia.
¿Quién fue la persona que intentó resistir la construcción de la presa?
Guadalupe Lara, una mujer nacida y criada en Arcediano, se convirtió en el símbolo de la resistencia contra la desaparición de su pueblo. A pesar de la presión del gobierno y de algunos de sus propios vecinos, se negó a abandonar su hogar. Lara alzó la voz, enviando cartas a medios de comunicación y participando en conferencias, donde denunciaba la injusticia de lo que estaba ocurriendo.
Aunque su lucha fue apoyada por organizaciones ecologistas y civiles, también fue blanco de críticas y amenazas. Finalmente, Guadalupe tuvo que rendirse ante la implacable maquinaria del desalojo para mudarse a un departamento en Guadalajara, lejos de la tierra donde creció y luchó por mantener con vida la memoria de su pueblo.
¿Qué es del Río Santiago a día de hoy?
El río Santiago es uno de los cuerpos de agua más contaminados de México, debido a la descarga de desechos tóxicos de unas 250 industrias y empresas que se encuentran a lo largo de su cauce. La contaminación del río ha causado graves problemas de salud en la población local, incluyendo enfermedades renales y cáncer.
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El río Santiago se encuentra en una zona industrializada donde se concentran empresas que generan desechos tóxicos, como lixiviados —que se forman durante los procesos de fermentación y descomposición de la materia orgánica acumulada, principalmente en vertederos. La filtración del agua procedente de la lluvia circula entre los residuos y arrastra compuestos químicos y materiales biológicos, generando un efluente altamente contaminante— y aguas residuales, además de desechos de granjas porcinas y cultivos con agroquímicos.
Además, la falta de tratamiento de las aguas residuales y la falta de regulación y supervisión por parte de las autoridades han contribuido a la contaminación del río.
En la actualidad, Arcediano ha desaparecido por completo. Solo quedan viejas propiedades abandonadas, invadidas por maleza, calor, insectos y paredes cubiertas de grafitis, donde vagan perros sin dueño. Las casas derruidas ahora sirven de refugio para aves y muestran signos de prácticas de brujería, magia negra y acumulación de grandes cantidades de basura. El Río Santiago, que atraviesa la zona, es considerado el más contaminado de México por el Congreso de Jalisco, con aguas marrones y espumosas, desprovistas de vida.
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