Red Ambiental, lejos de aplicar cultura del reciclaje en Nuevo León
Aunque se hacen esfuerzos por disminuir la contaminación mediante la separación de residuos, aún es común observar a los camiones de recolección recogiendo las bolsas sin distinguir entre los distintos tipos de materiales.
La ausencia de prácticas de reciclaje incide de manera considerable en la contaminación del aire, el suelo y el agua, lo que repercute negativamente en la salud de la población.
Asimismo, la fabricación de nuevos materiales y la extracción de recursos naturales demandan un mayor consumo de energía y producen emisiones contaminantes, agravando aún más el problema ambiental.
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Aunque en Nuevo León se han hecho intentos para reducir la contaminación y practicar el reciclaje, la iniciativa se reduce a temas de clase en instituciones educativas y políticas públicas no implementadas, que los mismos ciudadanos reconocen.
“Ahí se tira de todo, desde desechos, incluso hasta desechos tóxicos, muebles, basura, material de construcción, etcétera. Reciclar ni cómo, faltan mucha conciencia por parte de la ciudadanía, para poder siquiera pensar en reciclar y los pocos proyectos que he sabido, desde hace cinco años que vivo aquí, pues la verdad es que no han funcionado del todo”, apuntó Leonardo Montes, vecino de los Condominios Constitución, mientras señalaba un contenedor de la empresa Red Ambiental desbordado por la basura.
Países europeos y asiáticos entre los que generan menos basura
Los países que producen menos basura en el mundo, o que tienen mejor gestión de residuos son Suiza, Austria, Alemania, Noruega, Holanda, Bélgica, Corea del Sur, Singapur y Japón.
Estas naciones suelen destacar por sus altos índices de reciclaje y la eficiencia en la gestión de sus residuos.
Por ejemplo, en Suecia el 96 por ciento de la basura se recicla o se deriva a las plantas de incineración y 250 mil hogares se abastecen de electricidad generada por la basura y el 20 por ciento de los hogares gozan de calefacción proveniente del tratamiento de basura.
Los basureros públicos de Suecia solo reciben el cuatro por ciento de los desechos y en las casas separan orgánicos, metales, pilas, vidrios de color, vidrios transparentes, plástico duro, plástico blando, cartón, papeles, periódicos y revistas.
Otro punto a destacar en la recolección de basura en domicilios suecos es que los habitantes tiran sus desechos en bolsas de colores.
Los alimentos van en bolsas de color verde; el papel en bolsas rojas, y el vidrio y metal en otro. Una vez en la planta de reciclaje, una máquina ordena y separa las bolsas de forma automática.
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Por sencilla que parezca, esa práctica no se implementa en Nuevo León, pues los camiones recolectores de Red Ambiental, la empresa que brinda servicio en al menos nueve municipios, van a contrarreloj en búsqueda de bolsas sin importar su contenido.
En un recorrido hecho por la plataforma MILENIO-Multimedios se evidenció que, aunque al momento no hay reportes de la tardanza en el servicio recolector, sus contenedores lucen llenos en unas cuantas horas, acumulando desechos hasta el borde, generando un foco de infección por las altas temperaturas.
“Que nos manden unos cuantos contenedores más, que distribuyan mejor las zonas porque hay unos contenedores que tienen poco material y otros que están hasta el borde, entonces sí se haría un llamado”, indicó Leonardo Montes.
Los habitantes de la zona de los Condominios Constitución denunciaron que aún no se cuenta con una cultura del reciclaje que se aplique desde que se recoja, y el servicio es deficiente porque cuenta con pocos contenedores y más pequeños que la empresa que anteriormente brindaba el servicio.
“Desafortunadamente la poca conciencia social de la gente y los malos hábitos ayudan mucho a que se desborden los contenedores y que la gente tire todo tipo de basura, de hecho, no solamente basura, sino también materiales para construcción y otro tipo de cosas. Algunos vecinos, aprovechan durante la noche para tirar muebles, puertas, bases de cama; viene gente de fuera a dejar sus desechos aquí”, puntualizó el vecino.
Los residentes también denunciaron que, al momento de vaciar los contenedores llenos de bolsas con desechos, el personal del camión recolector no levanta la basura que cae al suelo y ésta genera un foco de infección.
Otro ejemplo ocurre con las empresas y dependencias gubernamentales, donde tampoco hay reciclaje debido a que el camión recolector mezcla las bolsas de desechos de todos los usuarios.
El recorrido realizado por varios sectores de la metrópoli evidenció que ni domicilios ni empresas separan la basura.
Entre las ciudades sostenibles que hacen “oro” con la basura se encuentra San Francisco, con un sistema simple, pero con muy buenos resultados. Sus 830 mil habitantes solo cuentan con tres contenedores: orgánico, resto y reciclables, así ha conseguido que los ciudadanos participen y comprendan de una manera fácil como hacer la separación en sus hogares.
Aunque Nuevo León avance en temas de tecnología, inversiones y educación, las empresas que prestan el servicio de recolección de basura están por debajo del promedio que requiere la entidad para avanzar a una sociedad menos contaminada.
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